La fractura entre sociedad y política

Banco Pastor

Banco Pastor en Vigo, Galicia. (www.euroresidentes.com

El descontento social cada vez se materializa más. Hoy nos desayunábamos, tras la de Noviembre, con otra sonora bofetada del rotativo inglés “The Economist”. El popular periódico vaticina que al finalizar la temporada estival emergerán las supuestamente primeras revueltas sociales, después de que muchos españoles agoten su prestación por desempleo.

Esta mañana una señora manifestaba en un programa televisivo que la única salida que le quedaba para dar de comer a su hija, era ofertarse para cualquier tipo de trabajo a través de un anuncio en la prensa escrita. Entre sollozos, enfatizaba, que ya fuera limpiar, prostitución, u otra condición. Pero ante todo, prevalecía el sustento de su familia, siendo esto, y no la mancillación de su cuerpo, lo realmente indigno Otra pareja narraba la pérdida de su vivienda, al resultarles imposible hacer frente a la hipoteca suscrita; teniendo además en breve que cerrar el negocio que regentaban; conducidos irremediablemente a la indigencia, sin techo alguno bajo el que cobijarse.

La semana pasada Cáritas hacía un llamamiento, solicitaba la colaboración entre instituciones gubernamentales y no gubernamentales. Única vía de hacer llegar a más personas la ayuda básica. Actualmente no existe comunicación entre ellas, no siendo factible racionalizar los escasos recursos disponibles, ni mejorar su distribución.

Para más inri, los analistas económicos sitúan ahora la salida de esta angustiosa crisis a mediados de 2010. Casi nada, esto ya no es una cuesta, sino que se torna acantilado. 

Sin embargo, en el otro extremo, bancos y eléctricas, celebran el comienzo de año con reparto de dividendos, que incluyen incrementos respecto al ejercicio anterior. ¿Chiste o pesadilla? Nada de eso, la triste realidad.

¿Y los políticos?, promulgan continuamente la implantación de medidas de éxito escasas, aunque nos hacen reír con sus declaraciones. Incluso sería oportuno elaborar un ranking, con otorgamiento de premio, a la más cínica o estúpida. Unos nos alertan de que los próximos meses serán duros y difíciles. ¿Ni que no lo supiéramos nosotros, que el día quince ya no tenemos ni un euro? Otros recomiendan a las entidades financieras que abran el grifo a las familias y empresas, aunque sin usar acción coercitiva alguna, lo dejan a la buena voluntad de las mismas, que es como no hacer nada.

Pero lo más destornillante lo escuché hace un rato. Un consejero les decía a hoteleros y extrahoteleros que bajaran los precios de la unidad alojativa, con el objetivo de aumentar la ocupación. Y digo yo, que probablemente sea un poco torpe, ¿las pérdidas las cubriría el gobierno? Esto se llama echar balones fuera, saben lo que tienen que hacer los demás pero ellos ni se inmutan.

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