Política

Comienza la campaña de las elecciones europeas de Junio. Durante este periodo, de seguro que el insulto y el ataque personal coparán los titulares cada día. Sin embargo, de cómo van a recolocar a los más de cuatro millones de parados, de eso, hasta ahora, nadie ha hablado.

Hace una semana leíamos las declaraciones vertidas por un cargo público de una concreta zona turística, quien aseveraba que lo de la crisis no era cierto, y que las cosas no iban tan mal como decían. El mismo que hace un año denostaba ante la prensa, sin debate previo, la propuesta de un colectivo empresarial, que versaba sobre la manera de captar el apoyo de distintas compañías aéreas, en pro de incentivar la llegada de turistas. A principios de legislatura demonizó la figura del condhotel. Si sumamos todos estos supuestos, en el ámbito privado supondrían un despido inmediato, por el contrario en la Administración se le catapulta al estrellato.

Presuntos gobernantes que no hacen lo que dicen, que se mueven al son de particulares intereses. Partidos que se valen de tránsfugas para conformar mayorías. De lo que resultaría factible interpretar que el fin justifica los medios y que todo vale con tal de mantener una poltrona.

Si para poner un negocio en funcionamiento hay que hacer: un estudio de mercado; análisis DAFO; un plan de negocio; una estrategia de marketing; una adecuada dirección de postventa, basada en un acertado feedback,… ¿Por qué los políticos no utilizan técnicas similares para obtener el máximo éxito de sus propuestas? Estrategias basadas en el análisis y en la previsión, y no en la improvisación como hasta ahora.

El político del siglo XXI ha de ser capaz de contactar, ilusionar y dar credibilidad al electorado. Transmitiendo sinceridad, cercanía y humildad. Debiendo irradiar sus conversaciones su capacidad de empatía.

Lo más llamativo es que las reivindicaciones de ayer no se centraran en plantear alternativas ni soluciones, sino en abrir una guerra campal a dos bandas entre sindicatos y patronal. Como árbitro el Estado, eso sí, sin aportar respuesta alguna. Si la población pasiva es superior a la activa, ¿cómo avalaremos las pensiones, el servicio sanitario, la educación,…?

Este año se celebrará el centenario del nacimiento de uno de los más importantes pensadores liberales del siglo XX: Sir Isaiah Berlin. Quien se definía como un filósofo de las ideas. Fue un virtuoso orador. Su especialidad: la conversación.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=Flj-qRP929s&feature=related[/youtube]  Nunca te ha ocurrido, después de escuchar a un político en la televisión hablando durante largo rato, preguntarte: “¿qué dijo?” Sinceramente, a mi me pasa continuamente. Y el motivo por el que no calan en la ciudadanía sus ideas puede deberse a múltiples factores. Una parte de la población …